-¡Joder! ¿La has comprado en una tienda barata?- Kurai no se creía lo que veía: Una cosa rancia con tomates por encima.- No, ha sido la tarta que he tenido que hacer, ya que Noeli no está.
-¿Y para quién es?-Kurai se iba alejando de la mesa, ya que temía lo peor.-Para los italianos. ¿Quieres probar un poco?- Eso era lo mejor que Layna sabía cocinar, lo raro es que no hubiese explotado.- ¡Ni de coña! ¿Así te vas a ganar la independencia?-Layna echó un mal de ojo a Kurai al ver cómo se partía de risa-No, ¿quieres comértela entera?
-A este paso vas a matar a alguien con eso, tíralo a la basura.
-Si eso te lo quedas tú.
-¿Por? Yo no lo cociné.
-Usé tus tutoriales.
-Niña eso no sale en mis tutoriales.
-Es un dango con tomate y chocolate.- Kurai se quedó en blanco. ¿Cómo alguien puede cocinar tan mal?- Mira, tú dásela a tus queridos Lovi y Feli, pero no digas que es mi receta.
-Pero si la saqué de tu blog.
-¡QUE TE CALLES! ¡QUE A MÍ NO ME QUEDAN ASÍ!-Layna empezó a lloriquear, como una niña pequeña.- Mira, cállate mocosa, y si dices que sólo lo has preparado tú te compro una tableta de chocolate con el dinero que robe.-Al oír chocolate, Layna calló.-Vale ¿Quieres probar?-Kurai ya había tenido suficiente. Pegó un mordisco a Layna cuando llegó a casa sólo pensaba en una cosa: ¿Cómo pudo quedar un dango en eso?